La grasa de nuestro cuerpo se quema lentamente y si no se hace de forma progresiva será muy fácil recuperar el peso perdido.
Una dieta sana y equilibrada durante los meses de invierno, sin obsesionarse por bajar de peso rápidamente, garantiza un verano sin preocupaciones.
Sigue estos consejos para alimentarse de forma correcta durante los meses que aprieta el calor:
- Tomar el sol es saludable ya que los rayos solares estimulan la síntesis de vitamina D, que a su vez ayuda a absorber el calcio de los alimentos necesario para nuestros huesos y dientes. Como ya es sabido, es necesario tomar el sol con protección para evitar las quemaduras en la piel.
- Los alimentos que contienen betacarotenos ayudan a obtener un bronceado bonito; algunos alimentos ricos en betacarotenos son las zanahorias, el aceite de oliva, la soja , los huevos, los melocotones, los albaricoques, el mango, el melón y los frutos secos.
- Las frutas y las verduras son las reinas del verano por su frescor, por ser ricas en antioxidantes, bajas en calorías y por contener muchas vitaminas. Por todo ello, son muy beneficiosas para la salud de nuestra piel.
- Y un poco de ejercicio que no falte: pasear por la playa es la mejor opción durante los meses de verano para no perder la forma.
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