Hasta ahora no se había realizado ningún estudio para saber si los frutos secos podrían mejorar la resistencia a la insulina, estadio previo a la aparición de diabetes.
Desde Reus, comenzaron a investigar el problema con un grupo de voluntarios no diabéticos con síndrome metabólico a través de un estudio llamado Efinut.
Consistió en recomendarles durante 12 semanas una dieta baja en grasa y saludable desde el punto de vista de prevención cardiovascular. La mitad de los voluntarios, además, recibieron 30 gramos al día de una mezcla de frutos secos.
Los primeros resultados constataron que aquellos que incorporaron a su dieta los frutos secos mejoraron diferentes parámetros relacionados con el riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular y redujeron significativamente su resistencia a la insulina. Esto sugiere que consumir frutos secos podría reducir el riesgo de desarrollar alguna de estas enfermedades.
El estudio ha sido financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia, el Instituto de Salud Carlos III y el International Nut and Dried Fruit Council Fundation. Los resultados han sido publicados recientemente en “Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Disease”.