EL PAÍS - Madrid - 14/07/2009
El Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, ha llevado a cabo un estudio con 30 pacientes de alrededor de 50 años y afectos de diabetes tipo 2. A la mitad de las personas que formaban ese grupo se le aconsejó que donara sangre tres veces (una cada 15 días) durante seis semanas. Estos pacientes "experimentaron una mejoría significativa del control metabólico, de la resistencia a la insulina y de la función vascular manteniendo la misma medicación", según el director del proyecto, José Manuel Fernández-Real.
Las extracciones fueron coordinadas por el banco de sangre del hospital Josep Trueta de Girona dentro de una investigación sobre el metabolismo del hierro (centrado en la absorción de este mineral y los factores que le afectan, su transporte, captación celular, almacenamiento y excreción).
El hierro es un mineral que actúa como micronutriente esencial y que contribuye a formar las proteínas de los músculos, la hemoglobina -proteína de los glóbulos rojos de la sangre- y los huesos. Además, ayuda al cuerpo a transportar el oxígeno que necesita para producir energía.
Dieta mediterránea
En los alimentos, el hierro aparece bajo dos formas: el hierro hemo (presente en alimentos de origen animal como vísceras, carnes, pescados y mariscos) y el hierro no hemo, apenas absorbible por nuestro organismo y, por tanto, más recomendable, que se encuentra en los alimentos vegetales como legumbres, frutos secos, verduras verdes o cereales.
La dieta mediterránea aporta el hierro suficiente, ya que es pobre en carne y rica en pescado y verduras. Por eso, este tipo de alimentación constituye una herramienta muy útil en el control del síndrome metabólico, a la vez que reduce el riesgo cardiovascular y de diabetes, según los expertos.
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