No soy diabético, tengo diabetes

Todos hemos escuchado en alguna ocasión en una planta o consulta de hospital, en un centro de salud, en un centro escolar o en una farmacia frases como: "Esta comida es para el diabético de la 212", "el diabético de 3º B se encuentra mareado" o "¿tú eres diabético?". Son frases que a muchos les puede parecer de lo más normal, y la costumbre de decirlas y de oírlas hace que así sea. Ni siquiera son utilizadas con intención despectiva. A veces incluso se usa una frase aún peor, "enfermo diabético".

Para las asociaciones de personas con diabetes, esta etiqueta es perjudicial, por una sencilla razón que intentaré explicar a continuación. Igual que no decimos y tenemos especial cuidado, por educación, que fulanito es barbudo, por el hecho de tener barba, o que el vecino es canceroso, porque le han descubierto un tumor, a muchos de los que tenemos diabetes o a nuestros familiares nos gusta que se refieran a nosotros reconociéndonos ante todo como personas y no nos etiqueten con la patología que tenemos; algo secundario y que define sólo una de tantas partes que forman nuestro ser. No es tan complicado pensar un poco antes de hablar y cambiar las expresiones que cité anteriormente por otras como: "Esta comida es para el paciente con diabetes de la 212", "el niño que tiene diabetes de 3ºB está mareado", "¿tú tienes diabetes?". No se trata de buscar simplemente un eufemismo para ocultar nuestra patalología crónica. De lo que se trata es de eliminar una etiqueta que no hace justicia a lo que somos realmente ante todo y sobre todo: personas.

Una vez me comentaba una madre cuya hija de 11 años acababa de debutar con diabetes que una profesional sanitaria que la estaba atendiendo proclamaba en voz bastante alta por el pasillo a medida que se iba acercando a la habitación: "¡esta bandeja (alguna comida) es para la diabética! ¿En qué habitación está la diabética?". La niña, que lo estaba oyendo, le preguntó a la madre con preocupación: "¿Esa soy yo?". La madre, que ya tenía bastante con soportar los difíciles momentos que estaba viviendo, fue capaz de expresar su malestar pero, desgraciadamente, muchas otras se quedan con una fuerte sensación de impotencia.

Como entenderán, por situaciones que se dan muchas veces parecidas a estas, preferimos desterrar el adjetivo "diabético/a", y más aún, la de "enfermo diabético". Como comentaba antes, sabemos que la mayoría de las personas lo dicen sin mala fe y sin ánimo despectivo, pero es mejor ir cambiando esta costumbre.

La ADT cambió en el año 2005 su denominación, la cual era antes Asociación de Diabéticos de Tenerife, y desde entonces nos denominamos Asociación para la Diabetes de Tenerife. Otras muchas asociaciones han preferido cambiar a Asociación de Personas con Diabetes o Asociación de Diabetes. Por otro lado, la ADT lleva años sin utilizar en sus escritos el adjetivo diabético y hemos notado muchas veces cómo los medios de comunicación, aunque no siempre, han respetado nuestra costumbre y usan, sin necesidad de corregirles nosotros, el término "personas con diabetes".

Agradecemos enormemente que las personas que lean este artículo, desde ahora, puedan hacer un pequeño esfuerzo y eliminen también de su vocabulario el término "diabético/a". Muchos lo agradeceremos.

http://www.eldia.es/2009-01-28/sociedad/sociedad5.htm

2 comentarios:

decanela dijo...

Así es. TEngo diabetes y no soy diabética. No lo soy...porque no lo he elegido. he elegido muchas cosas en mi vida, mi profesión, mis aficiones. La diabetes es una patología que cambió mi vida, pero aunque forma parte de mi vida...la enfermedad no es la que siente, habla, abraza...
Tengo diabetes...no cuesta tanto decirlo, ¿verdad?
Felicidades por el artículo, valiente, sincero, excepcional.

Anónimo dijo...

Creo que tenéis que poneros al día al publicar la pirámide de los alimentos, porque no recogéis el índice glucémico. La base de la pirámide deben ser fuentes de glucosa de asimilación lenta, pero el pan blanco, las patatas o el arroz muy cocido son almidón de asimilación rápida. El problema está en una enzima que tenemos en el intestino delgado, la amilasa, que digiere el almidón generando glucosa de asimilación rápida. Esto lo explican muy bien en la revista Discovery Salud número 113, en una entrevista al doctor Melendez y el sistema CitricDiet.
La dieta es clave en la diabetes y la divulgación científica debe dar información bien documentada.

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